lunes, 11 de junio de 2012

TATUAJES: Lo que nadie te contó...


Eliminación

“Ciertos sondeos revelan que entre el 80 y el 90% de las personas con tatuajes quieren eliminarlos en algún momento de su vida”, informa el rotativo canadiense The Vancouver Sun.[ Por su parte, un dermatólogo señala que “el incremento en la cantidad de tatuajes ha traído un aumento correspondiente en el deseo de eliminarlos”. Aún con el moderno Láser, el tratamiento para eliminar tatuajes puede ser doloroso, caro y consumir mucho tiempo. “Incluso borrar un tatuaje pequeño puede costar hasta 1.400 dólares”, señala el periódico. Y añade: “Los más modernos, de varios colores, resultan casi imposibles de eliminar, sobre todo si son grandes”.


Infecciones y Hepatitis C



Los tatuajes tienen una elaboración a base de múltiples pinchazos que traspasan la dermis y la tinta se fija en la dermis. No hay que ignorar que un tatuaje es una herida y por lo tanto susceptible a adquirir infecciones incluso si se toman las debidas precauciones. La hepatitis C es una enfermedad crónica causa de cáncer de hígado y que se adquiere por múltples formas al practicar un tatuaje, se cree que la zona pinchada tiene una exposición al ambiente lo cual puede inocularse el virus ahí en la piel pinchada, la exposición directa en sangre, instrumentos previamente contaminados por el virus y por falta de medidas higiénicas que, en general, los estudios de tatuaje autorizados legalmente suelen cumplir la normativas de los institutos de salud y poseen equipos adecuados para sesiones libres de riesgo. Algunos tipos de hepatitis suelen permanecer latentes sin mostrar sintomatología durante 20 años, pero el virus de la hepatitis C puede mostrar guiños a los dos meses de haber sido infectado.

Hay que tener suficiente criterio personal para exigir a los estudios y sus artistas las medidas higiénicas que aseguren sesiones sin riesgos para la salud, ser celosos para con la higiene y evitar comportamientos de riesgo: ignorar el origen de las agujas (deben permanecer esterilizadas en bolsas individuales), ignorar que las tintas carezcan de estricto control higiénico (en algunos países los únicos recipientes autorizados y aceptados higiénicamente suelen ser monodosis), y exigir una certificación de que el artista está capacitado para el tatuaje.