Tiene su auge a inicios del siglo XXI una nueva tendencia la cual ha surgido en países como México, Hungría, Alemania, Japón y Sudáfrica principalmente. Su estructura cumple con una inclinación estandarizada de 38 a 42 + 3 grados en la tija, dependiendo del modelo a desarrollar. Esta vertiente NO toma como base una motocicleta de stock (no hay marca ni modelo de origen, excepto en el motor), y por el contrario se construye la motocicleta en su totalidad, empezando por el chasis, que es elaborado a medida del cliente. Es la evolución de las show bikes, ya que las construcciones especiales están destinadas a lucir en los eventos pero también a poder circular, para lo que tienen que cumplir las regulaciones internacionales tales como que el constructor tiene que respetar estrictamente normativas como la SAE y tener un WFI (World Manufacturer's Identification), ya que aunque son motos únicas deben cumplir normas internacionales de calidad y seguridad. La fabricación es artesanal a pesar de todo, ya que es elaborada pieza a pieza cada parte de la motocicleta. Empresas en Australia como East Coast Choppers AU son pioneras en Oceanía y empresas como Beey Motorcycle México son pioneras en latinoamerica en iniciar esta producción en la cual invierten alrededor de 4 meses en elaborar cada motocicleta, incorporando innovaciones como tanques de gasolina de acero inoxidable, hechos a mano, escapes también en acero inoxidable, etc. El principal objetivo de estas motocicletas es conservar las bases del movimiento, siendo así también un fiel aliado del rock blues y la libertad pero garantizando que así como tú eres único tu motocicleta también lo es. Estas motocicletas se fabrican en los estilos Chopper antes mencionado y Pro Street, principalmente, con neumáticos traseros que van desde 250 hasta 360 milímetros, y motores con capacidad de 120 hp y 124 lb torque, con una capacidad del motor de desarrollar 300 Km/h (motor 2000 cc Screaming Eagle). Su principal concurso es el llamado World Championship of Custom Motorcycle Builders donde se dan cita los principales constructores de esta corriente de motocicletas custom para mostrar y competir, en desarrollo, creatividad y funcionalidad de estas siempre espectaculares máquinas. No obstante, estas motocicletas no suelen estar al alcance de todo el mundo, ya que el coste de semejante obra suele ser prohibitivo, no solo por la exclusividad del proyecto del ingeniero, el tiempo empleado por los distintos artesanos y el equipo de mecánicos, los materiales usados (de altísima calidad), sino también por la infraestructura burocrática necesaria para poner a una de estas maravillas en la carretera de forma legal y la cantidad de trámites legales que hay que superar para su homologación.
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